Cuando
comencé a escribir esta historia pensé que sería una gran idea. Pensé que,
quizás, sería ese ejemplo que lograra que muchos casos como el mío fueran
diferentes.
Estoy aquí,
en el parque, viéndola jugar con esa gran sonrisa. Parece mentira. Ya han
pasado cinco años y parece que fue ayer cuando todo empezó.
Yo tenía 16
años. Me consideraba una chica normal como tantas otras, un poco rebelde y
soñadora que no podía esperar a hacerse mayor. Quería serlo en ese preciso
instante y no tener que esperar más tiempo. Quería gozar de total libertad,
tomar mis propias decisiones y ser independiente. ¡Qué error tan común! Yo era
todo lo contrario a mi mejor amiga, tan responsable y pensando bien antes de
actuar. Ella, tan reservada, tan... sosa para mi gusto. Pero yo no, yo odiaba
las responsabilidades, yo quería vivir.
Aquel año,
cuando comenzó el instituto, conocí mucha gente nueva. "Malas
compañías", como decía mi amiga. A mí no me lo parecían, los veía como
chicos y chicas libres que podían hacer lo que les diera la gana. El cambio
radical empezó cuando comencé a salir con ellos. Salíamos por las noches, sin
que nuestros padres se enteraran, y nos colábamos en discotecas y lugares por
el estilo. Ese había sido mi sueño, entrar en una discoteca por fin, salir de
noche y divertirme a lo loco, sin pararme a pensar en mis actos y sus
consecuencias. Al menos, eso era lo que yo creía.
Total, que
iba cambiando poco a poco y mi rebeldía aumentaba con el paso de los días. Mi
amiga no sabía nada de eso, nunca estuvo de acuerdo.
- Estás muy
rara -me dijo un día.
- Mi madre
dice lo mismo, sois unas maniáticas.
- ¿Qué es
lo que te ha pasado? Te estás convirtiendo... en alguien que no eres.
Me eché a
reír en su cara y la llamé ridícula. Le dije que estaba loca y que aprendiera a
vivir la vida como yo en vez de ser tan estúpida y retrasada.
Ahora, al
recordarlo, me siento idiota sólo de pensar que la loca y retrasada era yo, no
ella.
Estuvimos un tiempo sin hablar pero yo creía que no la echaba de menos. Salía más con mis otros amigos y me divertía muchísimo. En resumen, yo estaba cambiando a peor y no quería reconocerlo.Me había vuelto insoportable y les había perdido el respeto a mis padres totalmente.
Estuvimos un tiempo sin hablar pero yo creía que no la echaba de menos. Salía más con mis otros amigos y me divertía muchísimo. En resumen, yo estaba cambiando a peor y no quería reconocerlo.Me había vuelto insoportable y les había perdido el respeto a mis padres totalmente.
Me gusta la historia espero que sigas escribiendola! 1 beso (L)
ResponderEliminary gracias por haberte pasado por mi blog ^^
Me gusta mucho :)
ResponderEliminarLO AMO LO AMO LO AMO! Y no me voy a cansar de decirlo eh? tienes que continuar así eh nati? :)
ResponderEliminarMe recuerda a una historia que vi hace tiempo. Dios! es preciosa :) (me refiero a tu historia)
Es un comienzo interesante y que deja con la sensación de querer seguir leyendo pero es demasiado corto igual si escribieras la entrada más larga xD sería mucho mejor, aunque bueno, doy por hecho por las otras entradas que he visto que se trata de un relato, una historia corta y siendo así entonces no está nada mal xD voy a leer la siguiente.
ResponderEliminarPara ser sincera, es un comienzo interesante, engancha, tienes futuro la mía no está tan bien, te recomendaré en mi blog :)
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